En algunas clases he comentado el modelo arquitectónico de la tensegridad aplicado a nuestros cuerpos (aquí el link de wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Tensegridad). Esto puede tener muchas repercusiones en nuestra manera de entender el movimiento en nuestros cuerpos y para mí lo que más nos aporta a nuestro cuerpo es la capacidad y flexibilidad de adaptarse a las cargas físicas que puede recibir nuestro sistema (no sólo el músculo-esquelético). Véase también la discusión en Linkedin.
Uno de los autores referentes es Stephen M. Levin MD, lo explica exhaustivamente en su web:
http://www.biotensegrity.com/tensegrity_new_biomechanics.php
Para que tengáis una idea de cómo puede esto llevarse a la práctica, os presento a Theo Jansen, un escultor que en Holanda le da vida a estructuras de PVC. El aliento del movimiento de estas máquinas es el eólico.
En nuestro caso son los impulsos bioeléctricos que mande el cerebro a nuestro sistema cuando estamos en clase. Es mejor elegir y pensar siempre en la flexibilidad y adaptabilidad cada vez que nos movamos, o: ¿Tú prefieres pensar en la rigidez y en estar fuerte?
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