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martes, 15 de diciembre de 2015

Entrada 71: ¿La ausencia de ética puede considerarse como intrusismo y falsa seguridad en las técnicas complementarias?


11/12/2015

Entrada 70: Del placebo a las compañías aseguradoras australianas


3/12/2015

Entrada 68: En el aprendizaje: ¿Descubrir o lograr?


30/10/2015

sábado, 17 de enero de 2015

Entrada 59. Pilates y peluquería: ¿el tópico de las 10.000 horas?

En los últimos meses me estoy acostumbrando a aprender diariamente, aprovecho la oportunidad hasta en conversaciones cotidianas: lo digo no por el tópico de que siempre se puede aprender algo nuevo, sino como una manera de estar más presente. 
Un caso bastante reciente que puedo reseñar es en mi última visita a Josep María, mi peluquero, y prefiero este término que barbero, ya que este último me suena a demasiado macho alfa: me chirría, de hecho.
Josep María me comentaba que una de las cosas que echaba mucho de menos en su profesión era la figura del aprendiz. Que cuando a él le toco serlo, la avidez por aprender y el ánimo de autosuperación eran suficientes para absorber en la mente y en las manos todas las técnicas posibles del momento y viajar a las famosas semanas de la moda en el resto de Europa, porque en la España que solamente era franquista nada de eso llegaba: la famosa década de los setenta más o menos.
Hoy los tiempos han cambiado y a él no le hace falta en realidad tener que ir a esos eventos a ir a buscar la moda porque la moda está en la web y en todas las revistas que circulan. Con la diferencia, que ahora los aprendices apenas salen del instituto, creen que son peluqueros porque trabajan en una cadena o franquicia e imitan la moda que ven en las revistas, en la web o en la calle. 
La diferencia radical con un peluquero experto es que no imita lo que ve, sino que sabe cómo hacerlo, desde dónde se construye con los cimientos de la técnica: no adivina lo que ve, sino que lo presiente y ejecuta y he ahí la clave.
Yo le preguntaba a Josep María si conocía la regla de las 10.000 horas como el tiempo mínimo indispensable para comenzar a dominar un oficio; él inmediatamente sacó los números: son alrededor de unos siete años (descontando veranos) y trabajando al ritmo de una jornada de seis horas cada día laborable.
A mis colegas de pilates toda esta analogía les podrá parecer arbitraria o también cansina (a propósito cuando hablaba en una entrada anterior de los diferentes tipos de escuelas de pilates) y a pesar de ello, justamente me parece que viene a cuento por una discusión en unos de los foros pilateros dónde se pretendía cuantificar los años mínimos necesarios para ser un Master Teacher, como dando por sentado que uno es un teacher desde el día uno. 
Creo más humilde ser primero aprendiz de profesor y luego de la suficiente experiencia acumulada, considerarse un buen profesor o especialista, y posteriormente un profesor experto. Me conformo con estas tres categorías, con las fronteras muy difusas entre sí, como es de esperar subjetivamente.
Nuestro ávido colega de información y conocimientos Manuel Alcázar (no me canso de reconocer su encomiable ánimo en su web y en el grupo de Google+) justo ayer recordaba la clasificación de Brent Anderson de cinco categorías de profesores de pilates; yo recuerdo haber escuchado a Brent dos veces la misma conferencia Raising the bar en 2005 en Palm Springs y 2011 en Barcelona. 
Pareciera que es cada año más vigente, en vista de la proliferación de escuelas o academias de pilates o de cualquier oficio, no solamente peluquería. A mí esta conferencia de Brent me ha servido para hacer una revisión interna a nivel profesional para luego inspirarme y automotivarme. Es un bucle del que estoy enamorado profesionalmente. 
Lo de las 10.000 horas del título viene por supuesto a propósito del libro Outliers de Malcom Gladwell, basado en los trabajos del Dr. K. Anders Ericsson de la Facultad de Psicología de University of Florida. Después de leer uno de los papers de Anders que inspiró a Gladwell es muy probable que le dedique la Entrada 60: Aprender de la práctica = Practicar el aprendizaje. 
Josep María tuvo más de las 10.000 horas de experiencia antes de tener su peluquería propia y de hecho empezó como aprendiz, como todos los peluqueros de su época. Ya lleva unos veinticinco años en el mismo barrio, en la misma peluquería, quien quiera conocer sus buenos oficios puede pasar por Tifs Perruquers en la C. Descartes, 2, 08006 Barcelona.
Además me gusta pensar que 10.000 horas es un buen punto de inicio para comenzar a entender todo lo que has practicado: ¿Cuántas horas llevas en tu mochila como profesor? ¿Cuántas horas llevas como alumno? ¿Cuántas horas llevará tu profesor?

viernes, 5 de diciembre de 2014

Entrada 56. Correr es una habilidad y el resultado de mucha práctica y genética y muchos factores más

No tengo ningún reparo en reconocer que mi colega Manuel Alcázar me ha inspirado a escribir esta entrada con su tweet del argumento expuesto en Mundo Deportivo que la mejor oxigenación cerebral es uno de los factores de éxito de los atletas keniatas.
Ya cuando leí al sublime y polifacético blogger estadounidense Todd Hargrove y su entrada 10,000 Hours and Marathon Records me impactaron muchísimo las estadísticas que Todd recopila, como por ejemplo habla de Dennis Kimetto que además de ser keniata es de la tribu Kalenjin y esto es importante por el primer dato que resuena: "En la historia de los maratones, 17 estadounidenses han corrido por debajo de las 2:10 horas el maratón: en octubre de 2011, lo hicieron treinta y dos paisanos de Kimetto (de la misma tribu, vamos)".
Este dato que refiere Todd de David Epstein es uno de los tantos argumentos que va exponiendo en la entrada y ofrece algunos detalles de la biografía de Kimetto.
Lo increíble del récord de Kimetto (2:02:57) es que lleva un ritmo de sprint prácticamente para cualquier atleta joven de pista (de distancias cortas); en otras palabras, corre casi 350 metros por minuto. Lo increíble cuando ves sus vídeos es que parece que fuese a un ritmo casi de un jogger dominguero.
Los que hicimos el último curso de Running Technique Instructor con Blas Chamorro en Barcelona, sabemos perfectamente traducir ese ritmo de Kimetto cuando corremos a 180 pasos por minuto con el metrónomo; ello representa de momento para mí, ir por arriba de 170 pulsaciones por minuto, imposible de sostenerlo las dos horas de este nuevo récord mundial de maratón.
Kimetto no es que sea de la tribu Kalenjin, es que no parece ser de este mundo (y sus paisanos, claro)



lunes, 1 de diciembre de 2014

Entrada 55. El mundo casteller desde la mirada del mundo del pilates.



4 de 7 amb agulla. Castellers de la Vila de Gràcia. Diada de Santa Eulàlia. Febrero 2015.

El típico espectador en una plaza donde se presentan els castells queda boquiabierto o incrédulo cuando observa cómo va ganando altura la construcción hasta normalmente llegar a los diez metros de altura.
Es importante incursionar en este mundo en catalán, ya que toda la terminología de los aspectos técnicos están en ese idioma y más que ser un tema de separatismo, es asunto de tradición oral. De momento, no conozco una colla castellera que entregue a los novatos un manual de instrucciones. Lo que puedes aprender en los ensayos se transmite oralmente, y ello si te implicas, si te espabilas, si preguntas sin llegar a ser inoportuno al acabar cada castell, y sobre todo haya algo que no te haya quedado del todo claro o de la estructura en general, o de algunas sensaciones en tu cuerpo. También algunas colles hacen entre temporadas, ensayos dedicados a los novatos.
Actualmente estoy en proceso de formación como Practitioner de Programación Neurolingüística, es un curso oficial en España pero perteneciente al ámbito de lo que denominamos formación no reglada. Lo comento para puntualizar que consta de unas noventa horas presenciales; yo lo estoy cursando en una de sus modalidades de un día a la semana, lo que alarga la formación a unos nueve meses.
Desde que participé en mis primeros ensayos en la Colla de Castellers de la Vila de Gràcia a partir del 02 de octubre de 2014 a la fecha, he ensayado unas 51 horas; ello sin contar las actuaciones en plazas (diadas) a veces una por fin de semana, incluyendo la magnífica oportunidad que tuve de asistir al XXV Concurs Casteller del Tarraco Arena Plaça
Todo esto puede resumirse en unas 75 horas presenciales más o menos.
Foto propia (Colla Jove de Xiquets de Tarragona en su diada 3d9 amb folre. Octubre 2014)
Con los doscientos años de historia que tiene a sus espaldas esta tradición, siempre da la sensación de vivir algo muy arcaico, cafre inclusive; esto sobre todo es algo muy viable de sentir desde afuera, como público.
No obstante, cuando comienzas a compartir sudores y esfuerzos en cada castell, una de las principales características como pilatero es ver que la elongación axial de cada uno de los integrantes de la estructura es fundamental en el esfuerzo colectivo: desde la axeneta que suele tener menos de diez años hasta el anciano que colabora siendo carn de pinya, hay cientos de técnicas y posiciones de refuerzo para que ello se mantenga durante el mayor tiempo posible (un castell si no es de gama extra puede durar entre 6 y 9 minutos dependiendo de algunos factores)
Cabe aclarar que escribo esta entrada como pilatero, no como casteller de camisa i faixa negra, que soy. Ahora, si cualquier lector tiene más curiosidad de cualquier detalle quedo por completo a la orden para aclararlo en la medida de mis posibilidades, para empezar lo invitaría a cualquiera de los ensayos.
Se habla mucho dels valors castellers: fuerza, equilibrio, valor y seny, esa palabra talismánica de la cultura catalana.
Sin embargo además de la elongación axial sostenida comentada más arriba: desde la cargada (cuando l'axeneta corona el pom del castell y hace la aleta) hasta la descargada del castell. Que dicho sea de paso puede estar tan compacta la estructura, que en algunas posiciones no hay sitio suficiente para el propio tórax; es decir aquella herramienta pilatera de elongar mediante la respiración se ve bastante inhabilitada. Hay que recurrir a otros recursos.
Foto cortesía Cristina M: axeneta remontando dosos para hacer la aleta en la torre de 3 para luego hacerla en la torre de 2 (Colla Castellers de la Vila de Grácia en su diada 5d8. Noviembre 2014)

La fuerza de gravedad es la mayor fuerza a vencer en una buena estructura castellera, que además de ser viviente y llena de tensegridad (V. Entrada 17) los vectores de fuerza son cambiantes y adaptables dependiendo del momento de la estructura. 
Sería interesante describir posición por posición, que a su vez dependen de acuerdo a la estructura que se presente en plaza de siete, de ocho, de nueve, de diez plantas (amb folre, amb flore i manilles, etc.).
Los vectores son cambiantes en dirección y adaptables (calibrables) en cuanto a aplicación de fuerzas (sostener, empujar progresivamente, etc.). 
A veces hay que usar hasta los dientes.
Un colega le encanta afirmar que si hay que definir el pilates con una sola palabra, lo haría con la palabra "alargar", que traducido en términos técnicos se define como "elongación axial". En uno de los últimos ensayos que me tocó hacer de primeras manos de una torre de 5 (primeras es el que le está sujetando el culo permanentemente al segundo de la torre), lo que más me fascinó es que mi coach castellero (que estaba detrás de mí haciendo de segundas manos) me puntualizaba que un buen primeras manos está al tanto, visualmente, cuando el segundo de la torre está perdiendo elongación axial si se fija en sus rodillas: hiperextendidas, riesgo de caer hacia atrás; muy flexionadas, riesgo de caer hacia adelante. Todo ello mientras estás de puntillas, sujetando la pelvis del segundo y protegiendo tus propias cervicales apoyando tu cabeza sobre tu bíceps y entonces calibrar tus fuerzas (y las de los que tienes atrás de ti apoyándote) según lo que veas en las rodillas del segundo que estás sujetando.
Sería definitivamente interesante crear un curso de pilates para castellers y castelleres


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Entrada 54. ¿Su profesor de Pilates está certificado por cuál escuela? Certificación de pilates internacional vs. local

Hace un poco de más de diez años recuerdo mi entusiasmo cuando asistía regularmente a dos clases por semana de Pilates Allegro con el mismo instructor en uno de los gimnasios más elitescos y caros de Caracas. Recuerdo mi sorpresa cuando llevábamos meses practicando sin faltar a una sola clase, cuando el primo del instructor me dijo: "Esto no es Pilates, Pedro, tengo que llevarte a un estudio profesional para que veas las máquinas y un centro y una escuela de verdad".
Quedé muy curioso porque si aquello que se llamaba Pilates Allegro y se practicaba en unas máquinas en el gimnasio, ¿entonces que habíamos practicado hasta ese momento?
Luego de un año asistiendo a la sede de Polestar en Caracas pude entender que en aquel gimnasio elitesco habíamos practicado fitness con forma de pilates, de hecho nuestro instructor en aquel gimnasio llegó a hacer algún fin de semana de algún curso de Polestar, pero nunca se examinó, de hecho no le interesaba ser un profesional del pilates, luego hizo cursos de TRX y del largo etcétera que continúa ofreciendo la multimillonaria industria del fitness
Hay instructores de pilates actualmente que siguen el camino idéntico, sin profesionalizarse, sin examinarse, y continúan formándose (o no) en la industria menos millonaria de la danza y el movimiento.
Cuando me vi involucrado profesionalmente con el pilates, primero como propietario de un estudio y luego como profesor regular, asistí, en 2005, a la V Conferencia Internacional de la PMA en Palm Springs, California, y me di cuenta de todo lo que me faltaba por aprender:

  1. Aprender a moverme: En mis primeros cursos como estudiante de Polestar, impartidos por la inolvidable Rosa Pasarin, aprendí las coordenadas para moverme y a pensar cómo y por qué moverme cuando hacía pilates. 
  2. Aprender a enseñar: Luego en mi formación con Polestar en España se profundizó mucho más el aprendizaje del movimiento y de la enseñanza del movimiento inteligente.
  3. Enseñar a aprender: Hace un par de cursos comencé mi proceso como "Mentor en formación" en Barcelona. No fue hasta el final de este último verano en Oviedo que no pude percatarme de un hecho indetenible: Estamos formando en España un equipo de profesionales jóvenes que están aprendiendo a enseñar a otros a moverse y aprender el pilates.
  4. Enseñar a enseñar: Luego de un proceso que demora en promedio unos diez años, a veces menos, Polestar estima que un profesor examinado de la escuela y que ha tenido horas acumuladas de enseñanza y aprendizaje durante todo ese período, entonces puede ser candidato para ser entrenado como educador.
Todo esto que parece un juego de palabras es lo que justamente me motiva a escribir esta entrada. 
Cantidad de escuelas que se multiplican como setas en España ofreciendo directamente el cuarto punto: "Enseñar a enseñar",  y algunos llegan a ofrecer una salida laboral inmediata. 
También tengo colegas que si no ofrecen lo anterior, imparten monográficos o workshops de un día para otros profesores porque ven una oportunidad de negocio, un sobresueldo seguro, vamos, y con resultados locales.
El peligro de apuntarse a una escuela local, es que luego de haber gastado menos dinero que una escuela internacional, a la larga, el estudiante puede llegar a darse cuenta que quienes lo enseñaron a enseñar le dan un diploma y unos manuales que son válidos en la ciudad en la que recibió el curso, pero que quizás no lo sean si decide salir de la ciudad y mucho menos de España.
El debate de por qué en España el pilates es una formación no reglada es completamente adicional al propósito de esta entrada y justamente es la argumentación principal de algunas de las escuelas locales.
También es cierto que hay estudiantes de alguna escuela internacional que pueden quedarse boquiabiertos porque descubren una manera de enseñar mucho más pedagógica y efectiva que en la que se formaron originalmente, pero esto ya se trata de gustos, afinidades y preferencias.
Y aún así, reconozco que hay increíbles excepciones, por ejemplo un colega ex Máster Trainer de una de las escuelas internacionales más exitosas ha ido creando su propio método inspirado en el pilates: el entorno de una escuela local, pero con un alcance holístico del conocimiento que se imparte y mucha, muchísima experiencia de quien lo imparte.
En lo diametralmente opuesto hay quien todavía vende sus cursos en bañador o da clases con jersey de cuello alto blanco como Joe. Siempre habrá para todos los gustos...
Yo de momento soy capaz de saltar casi diariamente de mi fase de "Aprender a aprender" a mi fase de "Enseñar a aprender" y viceversa. 
Aprender a aprender estaría antes del apartado número 1 mencionado más arriba. A muchos de mis compañeros en Oviedo este verano los sentí con esa actitud, con esas ganas. De hecho nuestra contraseña para entendernos en medio de todo este panorama de escuelas y enseñanzas en España es decir de viva voz: #SoyPolestar.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Entrada 41. Primera película de pilates.



Mark Pedri ha asumido la aventura de filmar una película que pueda ser un compendio lo más heterogéneo y extensible posible. Merece la pena mirarlo y apoyarlo, aunque la cobertura esté más dedicada a EEUU que a Europa. La película se llama: A movement of movement, y se hizo en parte con la aportación personal e institucional de una buena parte de la comunidad de profesionales del pilates a nivel internacional.
El día de ayer pude comunicarme por correo con Mark y me informó que están recibiendo las solicitudes de todas partes del mundo para decidir en qué idiomas subtitularán la película. Cuando lo hagan en castellano tendremos una proyección especial en el estudio.


jueves, 18 de julio de 2013

Entrada 40. Trabajo inteligente, no fuerte. ¿Qué tan duro tiene que ser el pilates?

En una de las últimas discusiones de cuál pilates practicamos en el estudio, una de las alumnas que más pudiese creer en mi línea de trabajo me dijo que nuestras clases no podían ser consideradas estrictamente 100% Pilates y quizás, si yo hubiese estado en la mitad de mi trayecto profesional me hubiese enfadado con ella, me hubiese ofuscado alegando que llevo mucho dinero invertido en "pilates" para que alguien me diga que no lo enseño. 
Profundizando su juicio, y con muchas horas de clases, le doy la razón, ya que si bien utilizamos el reformer, o las sillas, también podemos utilizar el TRX o el foam roller o el fitball o, incluso cuando trabajamos en el suelo, aparte del repertorio conocido de mat Pilates, cada día más incorporamos transiciones de movimiento o movimientos enteros del método Feldenkrais para facilitar el movimiento, para optimizar la experiencia del sistema nervioso; en suma: hacer lo imposible, posible, lo posible, estético.
Shelly Power es una de las mejores instructoras, mentoras y formadoras que lidera la escuela que yo represento en EEUU. Shelly escribe poco, pero en su último post debe ser de lectura obligatoria para quienes nos dedicamos profesionalmente al movimiento.
Sus reflexiones finales no son excluyentes para cualquier tipo de alumno de Pilates: "¿repites lo mismo, año tras año, o estás progresando en tu práctica del método? ¿Entiendes la manera de hacer los ejercicios cada vez más fácilmente?"
Otro aporte de Shelly en ese post es su valiosísima experiencia como alumna y justamente el aprender de los mejores instructores, aquellos capaces de ocuparse más de sus alumnos que de ellos mismos. De estos aprendió la forma de hacerles entender el movimiento que se pide en la clase, cómo puede hacerse mejor, sin que cueste tanto. Esa calidad de movimiento es la que permite experimentar movimientos naturales, no robóticos.
Justo ayer, llegó una alumna algo cansada de tres años de clases de pilates en un polideportivo municipal. Siempre la misma tabla, se la sabe de memoria por supuesto, pero algo le dice que el movimiento puede ser mucho mejor, por eso estaba hablando conmigo, está en esa vía del auto-descubrimiento. 
Tardó tres años, puede tardar toda la vida... no pasa nada, es perfecto. 
¿Cómo calificarías tus movimientos en clase?


Entrada 39. Pilates permeable a la evidencia científica.


Cada vez es más frecuente escuchar a mis alumnas que entre un grupo de amigas hay varias que practican Pilates, cuando justamente algunas de ellas tienen tres cursos, cuatro y hasta siete haciendo el Pilates con máquina. Sus amigas ni siquiera han acabado el primer curso, y acaso lo más curioso es que muchas ya son expertas en el tema y pueden describir el método e incluso afirmar que no son necesarias las máquinas, que con el fitball todo se puede hacer. Por respeto a los lectores de este blog no volveremos a tocar lo que se expuso en la Entrada 38 acerca del Pilates reformer.
No obstante, el punto de constante reflexión para nuestra práctica profesional es la permeabilidad del método a la evidencia científica. De hecho, es una de las principales razones que explica el hecho de que cada día sea más frecuente que los profesionales de la salud nos deriven o remitan a sus pacientes.
En un foro de Linkedin que me gusta participar habitualmente, un colega comentaba que el colmo de un purista del Pilates sería dar clases en bañador, como lo demuestra el propio Joseph Pilates en innumerables fotografías de la época con su reluciente bañador blanco y zapatillas de ballet.
Hay que asumir que el buen Joe murió en 1968 y desde entonces han ocurrido muchísimos descubrimientos científicos y respecto al Pilates esto ha sido bidireccional: investigadores que han estudiado el Pilates o investigadores cuyos descubrimientos se han aplicado directa o indirectamente al método.
El siguiente link de BBC Mundo es ilustrativo en este sentido: resulta que en los últimos cincuenta años, casi el mismo tiempo que lleva Joe muerto, los investigadores habían desestimado una propiedad fisiológica de los músculos: a través de los filamentos de miosina, se activa la actina y se activa la contracción muscular, pero ahora están demostrando que  la fuerza generada no es vectorial sino radial y de ejes largos.
Esto tiene implicaciones y aplicaciones que aún están por verse, como por ejemplo en el análisis molecular de los músculos afectados en las patologías coronarias.
En todo caso, refuerza el paradigma de la malla muscular y la tensegridad, también referidas en la Entrada 17. La periodista Michell Roberts de la BBC finaliza su artículo con la frase de que está por verse cómo aplicarán estos hallazgos los físicoculturistas. 
Por mi parte yo y muchos de mis colegas ya estamos estudiando este hallazgo. 
¿A ti te interesa investigarlo? ¿Y a tu monitor?


sábado, 16 de marzo de 2013

Entrada 36. Atributos que debe tener un buen profesor de pilates

Mediante las herramientas estadísticas de Blogger y de Google he podido percatarme que luego de los ocho meses que lleva en la red este blog, las entradas más visitadas son las más técnicas o las más vinculadas con la práctica profesional del pilates. La huella de esta actividad es cada vez más extensiva a ciudades a nivel de España y a cuenta gotas se van sumando algunos otros países y ciudades de habla hispana. Es evidente también que la generación de contenidos en inglés en cuanto al pilates es abrumadoramente mayor que en castellano, por eso hago el esfuerzo de citar o traducir fragmentos de algunos textos a los que tengo acceso.
Este fue en realidad mi primer motivo para que Mariska Breland me autorizara a traducir parte de la entrada de su blog Fuse Pilates: Top 7 Atributtes that make a great fitness teacher. El segundo motivo fue pensando en los alumnos o clientes que están inseguros de qué centro o profesor de pilates deben elegir como su mejor opción, tanto como el que lleva tiempo practicando o esté tomando la decisión de dónde y con quién comenzar.
Lo primero que me llama la atención de la entrada de Mariska es que el título no especifica al instructor de pilates sino de fitness; esto nos recuerda que el pilates no sólo entra en el ramo de la actividad física, sino que más de quince millones de personas lo practican en gimnasios y centros especializados en los EEUU. 
Hace bastante tiempo que el pilates en ese país dejó de ser considerado como gimnasia dulce, o ejercicios para mujeres, o terapia complementaria que refuerce el abdomen o la columna.
Esta entrada de los "Siete atributos para convertirse en un gran instructor de fitness" se publicó el 24 de enero de 2013. A continuación pasamos a enumerar esos atributos:

  1. Saben lo que enseñan. Así como hay instructores que se ponen a enseñar luego de haber asistido a un curso de formación de fin de semana, los mejores instructores son los que están mejor entrenados y formados. "Saber lo que enseñan" implica no sólo saber el qué sino el por qué de lo que enseñan, la anatomía y la ciencia detrás de ello, así como la manera en que se puede facilitar o dificultar un ejercicio.
  2. Saben lo que no saben. Si no lo sabe, un buen instructor no te dirá porqué sientes X cuando haces Y. Un mejor instructor te derivará a la persona que lo sepa o buscará la manera de encontrar la información y ofrecértela finalmente.
  3. Andan el camino. Los mejores instructores practican lo que enseñan, y por la práctica debemos entender que son muy serios entrenando lo que ellos enseñan. Deben conocer previamente en sus cuerpos los ejercicios.
  4. Saben cómo dar instrucciones. Han encontrado las palabras (y a veces docenas de palabras simultáneamente) que te colocan correctamente para ejecutar el ejercicio y el movimiento. Además lo hacen rápidamente; si demoran un minuto explicándolo (y tú no hiciste ninguna pregunta preguntando el por qué) no son buenos dando instrucciones. Saber ser simples: mover qué y hacia donde.
  5. Son compasivos, pero no con la compasión idiota. De mi marido budista he escuchado mucho acerca de esta compasión. Básicamente un instructor debe ser un facilitador: si un alumno no puede hacer el roll up, y el profesor se siente mal por eso y está todo el tiempo tirando de la persona para que suba, eso es compasión idiota. Lo que hacen los mejores es analizar el problema, motivar al alumno para que trabaje todo lo necesario y pueda hacer el roll up sin asistencia: ayudan al alumno a ayudarse a sí mismo.
  6. Son motivadores carismáticos. Lograr que a las personas les guste aprender es un arte. Forma parte de crear un ambiente receptivo, generar confianza y ofrecer un toque de humor. Los mejores instructores son capaces de entender que las personas tienen diferentes maneras de aprender y diferentes motivos para venir a clases.
  7. Aman lo que hacen. Los mejores instructores adoran enseñar, tan simple como eso.
Hasta aquí el texto de Mariska, poco más que agregar, aparte de hacerse la pregunta si eres un buen instructor, ¿Cuál atributo te falta reforzar? Si eres alumno: ¿Tienes un buen profesor o uno de los mejores?


viernes, 14 de diciembre de 2012

Entrada 30. ¿Pilates basado en evidencia científica o pilates anecdótico?

Luego de bastante tiempo sin escribir, tengo el agrado de hacerlo por un caso concreto de una alumna de sesiones privadas (dos a la semana) quien tuvo una intervención quirúrgica en el hombro derecho a raíz de un accidente de tránsito. Fue hace cuatro años y cuando la conocí no estaba totalmente satisfecha con los resultados post-operatorios y el proceso de rehabilitación. Luego de unos cinco meses trabajando en sesiones privadas le tocó hacer una visita a su cirujano para una revisión anual del hombro. Con su previa autorización he escaneado el informe médico en una visita de control que tuvo en el mes de diciembre.
Resalto en rojo la conclusión del cirujano de cómo está impresionado positivamente por el estado de forma actual de Katie y estoy totalmente de acuerdo con él a que el éxito se debe al compromiso de ella durante la rehabilitación (me consta que muy rara vez ella falla a una sesión).
La formación de Polestar en el pilates que practico con mis alumnos puedo afirmar convencido que ha tenido que ver con esto, siempre con un enfoque de fitness y post-rehabilitación. Ya que no he ejercido como el terapeuta de Katie en toda esta fase de movimiento positivo, la he atendido como el bodyworker que me siento y al que le interesa principalmente mejorar la calidad de movimiento del alumno y por ende su calidad de vida.
El cirujano comenta en el informe que a Katie le parece más holístico el pilates que la terapia convencional... los resultados están a la vista de cualquiera en este caso específico. Si algún lector quiere traducción o aclaratoria del texto en inglés, hágamelo saber por favor en los comentarios del blog o por los otros medios que tenemos para comunicarnos.
En definitiva, estoy muy contento con el caso de Katie porque es lo que enaltece el trabajo profesional que realizamos a diario los especialistas en pilates, basado en evidencias científicas, no en anécdotas.
P.D.: Mis excusas por no escribir con la frecuencia que quisiera (una vez por semana), pero estoy en proceso de formación continuado que será de cuatro años y además para poder asumir sus costes he optado por un empleo en una de las más representativas grandes superficies del fitness en Catalunya, sobre ello escribiré en otra entrega.  


viernes, 2 de noviembre de 2012

Entrada 29. ¿El pilates que practico es el original?

Esta pregunta la he escuchado tantas veces que creo que merece la pena dedicarle una entrada. A partir de los años setenta, luego de la muerte de Joseph Pilates hubo dos vertientes muy diferenciadas en la práctica del pilates la de Romana Kryzanowska en NYC (Costa Este EEUU) y la de Ron Fletcher en LA (Costa Oeste EEUU). Eso sin contar los estudios propios que abrieron alumnos directos de Joseph y Clara Pilates como Eve Gentry, Bruce King, Mary Bowen y Robert Fitzgerald.
En 1992 se registraron los derechos de autor del nombre "pilates" y el titular de la marca inició numerosas demandas contra los que lo utilizaban. Luego de siete años se logró en tribunales estadounidenses que el nombre pasase a ser un genérico que podía ser utilizado en cualquier rincón del planeta, como decir yoga, boxeo... fútbol.
Hoy en día hay escuelas de formación de pilates a nivel mundial, más o menos ortodoxas. Las más ortodoxas hacen únicamente el repertorio que Joseph Pilates enseñaba en sus clases y prácticamente sobre las mismas máquinas, con la misma respiración, con el mismo ritmo o secuencias. Entendemos que quieren ser lo más fieles posibles al método original. Incluso por ese motivo rechazan atender a más de dos personas en la misma clase y evitan las clases dirigidas o grupales.
Esta entrada no pretende hablar a favor o en contra de la ortodoxia, sino informar al que practica o quiere practicar el pilates, que entienda que hay diversas modalidades del mismo método aparte de mat pilates, o studio pilates o reformer
También para que sepa que hay escuelas de formación de instructores que sólo funcionan a nivel local, otras a nivel nacional y otras a nivel internacional. Además hay instructores que pueden estar en proceso de formación sin haberse examinado, otros que se han examinado y continúan en formación y otros que no están en ningún programa de formación, ni escuela: autodidactas de libros, dvd's y con suerte algún curso monográfico, en suma. 
Una formación integral (comprenhensive: mat y todos los aparatos) de un instructor certificado, estipula como mínimo unas 400 horas de formación en la mayoría de las escuelas internacionales.
¿Alguna vez le ha preguntado a su monitor a qué escuela pertenece y en cuál modalidad está certificado (studio, mat, reformer)?
Un instructor profesional puede responder a ambas preguntas sin titubear, afortunadamente es una información accesible a todos en la web, a nivel local, nacional e internacional. 
La ortodoxia es una cuestión más de gustos y de estilo, hasta de una estética inclusive, para el que quiera practicar el método. Al final, cada uno podemos decidir, afortunadamente...